Una senadora kirchnerista dijo que no cree que el Gobierno llegue al 26 de octubre y un funcionario le respondió: “Golpe suave”

0
4

La senadora nacional peronista por Tucumán, Sandra Mendoza, dejó una polémica frase tras analizar la reciente debacle electoral de La Libertad Avanza en las elecciones legislativas de la provincia de Buenos Aires.

Durante una entrevista con La Tucumana FM, enfatizó el quiebre social tras los resultados en los comicios del 7 de septiembre: “Ni siquiera los más destacados encuestadores hablaban de un número como este, de una verdadera derrota del partido de Milei”, remarcó, señalando el desconcierto en el oficialismo y la magnitud de la sorpresa electoral.

A su juicio, el resultado no es casualidad y refleja el cansancio social acumulado frente a una gestión errática y decisiones profundamente impopulares por parte del Gobierno nacional. “La gente está muy molesta por las políticas estas, el presidente va a vetar los proyectos de ley que benefician a la gente, a las provincias”, agregó la senadora.

El presente y futuro del Gobierno nacional fue uno de los asuntos más delicados de la entrevista. Mendoza no ocultó su escepticismo respecto a la sostenibilidad del mandato de Javier Milei, al punto de dejar una polémica frase: “No creo que este Gobierno llegue al 26 de octubre. Ya le han soltado la mano todos: la política, los gobernadores, el periodismo, la gente. La gente ya no da más y se lo dijo a través de las urnas el domingo”.

Además, la senadora señaló que el oficialismo perdió el único capital que podía conservar: la legitimidad popular. “Había mucha gente que apostó por el proyecto que él vendió en las elecciones y que está defraudada. No quiso ir a votar, pero está con bronca, está con enojo. Y la sociedad hoy está enojada. Cuando se enoja la sociedad, eso lo expresa en las urnas”.

Mendoza también dijo que ve un escenario de mucha fragilidad institucional, en el que el Gobierno insiste con su programa económico a pesar del reciente resultado electoral: “El plan económico va a continuar y se va a profundizar, dicen. Después llaman al diálogo, pero hoy los gobernadores con buen criterio, y sobrados motivos, le dicen: ‘Ya es demasiado tarde el llamado al diálogo’. Se percibe una fragilidad institucional y faltan dos años para concluir el primer mandato. Parece que estamos muy lejos con todo lo que pasa en tan poco tiempo”.

La senadora incluso dejó la puerta abierta a múltiples desenlaces. “No sé si es un juicio político o irá a recapacitar y decir: ‘No sigo porque ya no tengo elementos para seguir’. No sé qué va a pasar, pero yo creo que no llega”.

El mensaje, reiteró Mendoza, fue categórico: “Viene con la motosierra, no hay trabajo, las cosas están aumentando día a día, el sueldo no alcanza, porque te están diciendo: ‘El sueldo aumentó’, pero las cosas subieron el triple, entonces no alcanza. Y la gente no llega a fin de mes”, explicó.

La senadora añadió que la severidad de la derrota para La Libertad Avanza es una clara advertencia para el rumbo de cara a los próximos comicios nacionales: “Esto es resultado del hartazgo, de que la gente siente que no le alcanza para vivir. El mensaje ya fue claro”.

Por último, mencionó también los escándalos que salpican al oficialismo: “Esto de los audios de las coimas también fue desastroso. La gente creo que eso entendió, que le estás quitando a los que menos tienen”.

En la Rosada apuntaron contra el kirchnerismo y hablaron de “Golpe suave”

Quien respondió a los dichos de la senadora fue Alejandro Álvarez, subsecretario de Políticas Universitarias, quien señaló más tarde que sectores identificados con el kirchnerismo estarían desplegando una estrategia desestabilizadora que sigue el esquema delineado por el politólogo estadounidense Gene Sharp.

Al referirse a la metodología de presión, Álvarez describió: “Como es la técnica del ‘Golpe Suave’ (también golpe blando) que están usando contra @JMilei: Es una estrategia atribuida al politólogo estadounidense Gene Sharp, a menudo se utiliza como un manual para derrocar gobiernos mediante etapas progresivas, combinando acciones psicológicas, mediáticas y de movilización”, publicó en su cuenta de X. Esta afirmación fue replicada luego por el propio Milei.

Las etapas que componen este tipo de golpe, según recalcó Álvarez, articulan desde campañas mediáticas que buscan erosionar la legitimidad del gobierno, hasta manifestaciones que increpan directamente a las autoridades, con el objetivo de instaurar un clima de ingobernabilidad.

En la primera fase, denominada ablandamiento o guerra de cuarta generación, el objetivo consiste en instalar matrices de opinión negativas sobre el gobierno, ya sea a partir de déficits reales o potenciales. “Esto incluye promover el descontento a través de conflictos, escasez, criminalidad, inseguridad, manipulación del dólar, paros, denuncias de corrupción y fracturas internas para debilitar la unidad”, explicó Álvarez en su publicación.

La segunda etapa, identificada como deslegitimación, se caracteriza por la manipulación de prejuicios y la promoción de campañas en defensa de los “excluidos”, los derechos humanos y las libertades públicas. En este punto, se busca erosionar la credibilidad del gobierno mediante acusaciones de totalitarismo, imposición de pensamiento único y la generación de una fractura ético-política. “Se manipulan prejuicios, se impulsan campañas en defensa de los ‘excluidos’, derechos humanos y libertades públicas. Incluye acusaciones de totalitarismo, pensamiento único y fractura ético-política para erosionar la credibilidad del gobierno”, detalló Álvarez en X.

Parte del posteo de Alejandro Álvarez en su cuenta de X

La tercera fase, conocida como calentamiento de la calle, implica la intensificación de la movilización social. “Se fomenta la movilización callejera con plataformas que globalizan demandas políticas y sociales. Se generalizan protestas para destacar fallos gubernamentales, con manifestaciones, bloqueos y tomas de instituciones para radicalizar la confrontación”, afirmó el funcionario en su análisis.

En la cuarta etapa, se produce la combinación de diversas formas de lucha, donde las marchas y tomas de instituciones emblemáticas se utilizan como plataformas publicitarias. “Incluye operaciones de guerra psicológica, acciones armadas para provocar represión, creación de un clima de ingobernabilidad y campañas de rumores para desmoralizar a las fuerzas de seguridad”, sostuvo Álvarez en X, y se preguntó si actualmente se estaría transitando esta fase.

La última fase, denominada fractura institucional, se basa en la presión ejercida desde las calles, la ocupación de instituciones y los pronunciamientos políticos para forzar la renuncia del presidente. “Si falla, se mantiene la presión callejera, se migra a resistencia armada, se prepara intervención militar o guerra civil prolongada, y se promueve aislamiento internacional y asedio económico”, advirtió Álvarez en su publicación.

Finalmente, subrayó que, en sus escritos originales como De la dictadura a la democracia, Gene Sharp hacía hincapié en métodos estrictamente no violentos y que esta versión de cinco etapas constituye una adaptación o interpretación posterior.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí