La media sanción en la Cámara de Diputados de la Ley de Emergencia Pediátrica encendió señales de esperanza entre los integrantes de la Asociación de Profesionales y Técnicos del Hospital Garrahan (APyT), quienes desde hace meses advierten sobre la salida de médicos y técnicos por la falta de recomposición salarial y mejores condiciones laborales. Los gestos de conformidad frente al avance legislativo fueron inmediatos, al igual que el anticipo de organización para la siguiente etapa: el tratamiento de la iniciativa en el Senado.
Así lo hizo saber la secretaria general de la APyT, Norma Lezana, al término de la sesión, según el comunicado de la entidad. Desde el Salón de los Pasos Perdidos –lugar donde los manifestantes presenciaron el debate–, la dirigente valoró la aprobación del proyecto como “un paso adelante positivo” dentro de una disputa que trasciende las fronteras del hospital e involucra a toda la red sanitaria dedicada a la atención pediátrica de alta complejidad en Argentina.
La votación en Diputados fue el desenlace de una serie de movilizaciones que nuclearon a profesionales, técnicos, familias y pacientes, actividades que presionaron a los legisladores para la discusión de una ley que consideran clave para detener la fuga de personal calificado, según informó APyT en el comunicado difundido tras la sesión. El hospital ubicado en la Ciudad de Buenos Aires presta atención a niñas, niños y adolescentes de todo el país, lo que refuerza el reclamo por garantizar su funcionamiento con recursos humanos suficientes.
La dirigente sindical recalcó que la media sanción obtenida es consecuencia directa de “un mérito de todo el equipo de salud del Hospital Garrahan, de los familiares, de pacientes que nos acompañaron y del apoyo social que venimos recibiendo”, destacando que el reclamo de recomposición salarial se mantiene en la agenda pública. Según la APyT, este avance responde al trabajo coordinado entre trabajadores, pacientes y la sociedad, que se sumaron en sucesivas manifestaciones para sostener presión sobre los poderes del Estado.
El estado de emergencia en el Garrahan refleja una situación más amplia en el sistema público sanitario infantil. Desde la Asociación de Profesionales y Técnicos, argumentan que la falta de actualización en los salarios y la sobrecarga laboral impulsan al éxodo de expertos, lo que genera demoras y retrasa la atención de patologías complejas. El debate parlamentario se dio en este contexto, luego de semanas de protestas y acciones callejeras.
Los trabajadores del hospital anticiparon que el proceso legislativo no finalizará con la media sanción. “Tenemos previstas para el mes de agosto varias acciones, incluyendo una gran acción la última semana que aspiramos a articular con la comunidad universitaria, los trabajadores del CONICET y otros reclamos existentes, en un abrazo más masivo que el del 17 de julio”, señaló Lezana en el comunicado.
El principal objetivo, explicaron desde APyT, es asegurar que el Senado complete el trámite parlamentario y transforme en ley la emergencia pediátrica. El texto aprobado contempla no solo una recomposición de salarios, sino también la preservación del régimen de residencias para los médicos en formación. La secretaria general recalcó que este aspecto es prioritario para la continuidad del servicio, en consonancia con los reclamos de los propios residentes que se sumaron a la demanda.
El comunicado también explicitó la preocupación ante la posibilidad de que el presidente Javier Milei interponga un veto si finalmente se aprueba la norma. “Esto es una alerta, especialmente para las autoridades nacionales, y un planteo dirigido especialmente a la conducción de la CGT y la CTA, porque si Milei veta eventualmente la Emergencia Pediátrica aprobada para el Garrahan, las centrales obreras tienen que llamar a parar”, advirtió Lezana, quien consideró que haría falta una respuesta unificada del sector salud y del movimiento sindical.