El PRO celebró el cierre de listas con LLA, pero el proceso generó enojos, traiciones, divisiones y hay incertidumbre sobre el futuro

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Guillermo Montenegro, Diego Santilli, Cristian Ritondo, Karina Milei, Nicolás Pareja y Martín Menem, tras sellar la alianza de cara a las elecciones provinciales. Foto: Jaime Olivos

No pasó nunca, es la primera vez que llegamos a un cierre de listas con este nivel de incertidumbre”. Una importante voz nacional del PRO, ante la consulta de Infobae, definió con esa frase la traumática negociación en la provincia de Buenos Aires que encabezó Cristian Ritondo, por mandato expreso de Mauricio Macri. El proceso, que dejó al partido dividido y debilitado en el territorio, será eje central de la mesa federal a la que convocó el expresidente para el próximo miércoles. Se vienen horas balance. También de pases de factura.

En las elecciones del 7S, el PRO arriesga 8 de sus 13 escaños en la Cámara de Diputados bonaerense y 4 de sus 9 bancas en el Senado provincial. La posibilidad de retener buena parte de esos lugares dependía directamente del alcance y la solidez del frente que logró acordar con LLA. Según los primeros algoritmos que hacen en el entorno de Ritondo, el esquema 75/25 a favor de LLA le permitirá renovar, al menos, nueve de esos escaños.

“Yo creo que hicimos un gran cierre”, admitió a Infobae uno de los negociadores. “En el 2021, con 40%, metimos 20 legisladores. Con 10%, como nos daban ahora, ¿cuánto hubiésemos tenido? Llevamos un acuerdo al PRO de 9 legisladores y garantizamos los concejos para los intendentes que se quedaron. Terminamos con el PRO cerrando como partido cuando todos decían que nos íbamos y saltábamos. Jamás nos corrimos”, añadió.

La foto de unidad que difundieron el sábado por la noche desde el PRO y LLA.

El PRO negoció con LLA en inferioridad de condiciones. Puertas adentro, reconocen el peso electoral del sello La Libertad Avanza. Es la fuerza que manda, que conduce. De las ocho cabezas de listas seccionales, solo dos responden al PRO: Natalia Blanco en la Segunda, de Zárate, cercana a intendente Marcelo Maztkin y a Ritondo, y Montenegro, en la Quinta.

Cada cual, y como recomendó el propio Macri, atendió su juego. “En el fondo habrá que ver el resultado el día después de las elecciones, creo que terminó primando que cada uno hizo el cierre que mejor lo dejó parado”, analizó un dirigente nacional de partido a este medio.

“Lo importante es que los grandes sectores del PRO PBA están representados”, señalaron desde el partido. Así, los nueve legisladores que podrían acceder o renovar su banca, además de Blanco y Montenegro, son Alejandro Rabinovich (cuarto lugar en la Segunda); María Sotolano y Lucila Bontempo (segundo y sexto lugar en la Tercera); Matías Ranzini y Julieta Arce (3 y 6 en la Cuarta); Gustavo Coria y Matías Besada (quinto y noveno en la Sexta); Ezequiel Galli (tercero en la Séptima); y Julieta Quintiero Chasman y Nicolás Morzone (dos y cinco en la Octava).

En la previa, un veterano dirigente macrista del conurbano bonaerense hizo una descripción gráfica ante Infobae: “Cristian llevó la negociación de forma impecable. No hay que olvidar algo: ¿Cuánto sacamos si vamos solos? En distritos como La Matanza no llegamos ni a poner un concejal. ¿Cuánto mide hoy el PRO en PBA? Giacobbe, que siempre nos da mejor, nos da ocho puntos, que el día de la elección representa entre 4 y 6. Eso significa que nos quedamos sin concejales, sin legisladores“.

Pero todo proceso de cierre de listas tiene efectos colaterales. Son los que quedaron afuera o los que se corrieron para preservar su propia porción de poder. Para un sector del PRO, hubo “sometimiento”; Ritondo “se pintó de violeta”; Montenegro “hace rato que quiere dar el salto”; y Santilli “es un cuentapropista que está alejado del partido y solo se quedó para poder negociar mejor, con los fierros”. Son los tres dirigentes que delinearon las listas, sección por sección, con Sebastián Pareja y con Karina Milei.

Fotografía: Jaime Olivos

La venganza de Milei y las esquirlas de elección porteña

“Sometimiento” fue la palabra que utilizaron los intendentes del PRO que, cercanos al jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, eran más reacios a acordar con LLA. La orden de la Casa Rosada fue directa: ir por todo en los concejos deliberantes. En algunos distritos gobernados por el PRO, LLA pidió el 70% de la lista, en otros, el 50%. Un vuelto político de los fuertes cruces entre el alcalde de CABA y los libertarios durante la campaña electoral en la Capital Federal.

Se trató, en un principio, de los casos de Soledad Martínez (Vicente López), Pablo Petrecca (Junín), Javier Martínez (Pergamino), Jorge Etcheverry (Lobos) y María José Gentili (9 de Julio). El caso de Pergamino fue puntualmente cruento: “Algo de la negociación falló. Les mintieron a Ritondo y compañía, o Ritondo y compañía nos mintieron a nosotros. Siempre manifestaron que el acuerdo incluía el respeto a los territorios, y eso no pasó“, señaló a Infobae un colaborador cercano a Martínez, el primer jefe comunal en romper el acuerdo, y que negoció con el frente Hechos un lugar para que Paula Bustos pueda renovar su banca.

”En la última reunión del lunes se notó que los tres estaban inclinados a sostener el acuerdo a cualquier precio, y el tiempo dirá, por los cargos futuros, si no privilegiaron sus intereses sobre todo el resto. Si terminan en cargos ministeriales, no hay duda de que privilegiaron lo suyo por sobre el interés del PRO”, agregó.

Otro dirigente ligado al interior bonaerense fue más allá y se refirió al futuro del PRO y la pérdida de territorialidad en distritos importantes como Junín o Pergamino: “Hay que renovarlo totalmente. Como está hoy, no tiene futuro. Pero algún nuevo grupo de dirigentes puede activarlo. Tiene muchos dirigentes buenos”.

En Vicente López, una de las localidades más importantes de la Primera, estuvo a punto de romperse todo. “Fue un cierre complejo, poco habitual, pero Soledad hizo un gran esfuerzo para que prime la decisión de Mauricio Macri de hacer un frente con LLA. Se respetó el criterio de 70 a 30 % en las proporciones. 70% de candidatos de la intendente y 30% de LLA”, explicaron desde el entorno de Soledad Martínez.

Petrecca también pegó el portazo, y este sábado por la tarde anunció un acuerdo con la alianza Somos Buenos Aires. “Creo en la libertad, en el respeto y en el cambio verdadero. Pero esos valores no se imponen desde los gritos, no nacen de la urgencia ni se tuercen por oportunismo electoral. Se construyen con coherencia, con trabajo y con vocación de servicio. Los valores en los que creo guiaron cada una de mis decisiones. Soy del PRO, y eso no cambia”.

El frente LLA-PRO al Congreso

Más allá de la coyuntura bonaerense, el impacto institucional no es menor. En el Congreso, el PRO sigue siendo una fuerza clave para la gobernabilidad de Javier Milei, especialmente en Diputados, donde Ritondo conduce un bloque que ha sido funcional para el Ejecutivo en votaciones clave.

Sin embargo, la fractura interna, que ya se expresó en las últimas sesiones, donde un grupo de nueve diputados se desmarcó de los intereses del ejecutivo nacional, y votó en contra de iniciativas libertarias sensibles como el aumento jubilatorio o la emergencia en discapacidad, podría profundizarse.

“Es inevitable, hasta tanto no haya un acercamiento con Jorge Macri”, sostuvo a este medio un diputado del PRO.

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