“Arrasamos. La Libertad Avanza arrasa en octubre”. Las palabras de Karina Milei, que habló más que de costumbre frente a los jefes provinciales del partido de los 24 distritos y el bloque de legisladores del Parlamento, resonaron en la sede de LLA en el centro porteño, en horas dramáticas para la interna que Las Fuerzas del Cielo azuzaron en las últimas semanas, en la previa del cierre de listas bonaerense, y que la hermana presidencial concluyó en que, más allá de que los dardos fueron dirigidos hacia los Menem y Sebastián Pareja, se trató definitivamente de una afrenta hacia su conducción.
“Esto no es contra mí, es contra Javier Milei. La lealtad no es una opción”, se resaltó en la reunión, en la que la secretaria General se mostró bien relajada. El día anterior había escrito un posteo para tratar de ordenar la interna y disipar dudas en torno al rol que ocupa.
Flanqueada, efectivamente, por el armador bonaerense, Martín y “Lule” Menem y decenas de legisladores y dirigentes, “El Jefe” bajó un mensaje contundente: habló de la confianza y de la reciprocidad en esa confianza, resaltó en que las definiciones que se avecinan en materia de estrategia electoral serán siempre “nacionales” y estarán “alineadas en ese punto”, y adelantó en que “la menor posibilidad de hacer alianzas” es la mejor carta estrategia de LLA en estas elecciones, a pesar de las excepciones que, mencionó, están a punto de efectivizarse, como en Mendoza o Entre Ríos, por citar solo algunos ejemplos.
Una definición que, como se reflejó en estos meses, trajo aparejada una disputa interna con Santiago Caputo, que tensó el vínculo por los cierres provinciales, por ejemplo, de Santa Fe o Corrientes, en este último caso, una provincia relevante en el calendario porque se elige gobernador el próximo 31 de agosto, nada menos que una semana antes de las elecciones de la provincia de Buenos Aires, la madre de todas las batallas.
Este domingo, por caso, la hermana de Milei y el presidente de la Cámara baja tienen previsto desembarcar en ese distrito para tratar de apuntalar a Lisandro Almirón, el candidato puro de La Libertad Avanza que tiene por delante un desafío complejo, ante una oferta electoral dividida en cuatro, en cabeza de Juan Pablo Valdés, hermano del gobernador, Ricardo Colombi, en sociedad con un sector del peronismo, y Martín Ascúa, el candidato de Cristina Kirchner, que viajó a Corrientes en los primeros días de junio para acompañar al intendente de Paso de los Libres en lo que fue su último acto en libertad, antes del fallo de la Corte Suprema.
“El Jefe” se llevó el centro de atención del encuentro, pero también tomó la palabra un distendido Pareja, empoderado después de un cierre de listas y un aval claro de la presidenta del partido que lo dejaron como vencedor principal frente a las Fuerzas del Cielo, la agrupación de Caputo que tiene a Agustín Romo como referente central en territorio provincial y que solo pudieron colocar a Nahuel Sotelo en el quinto lugar de la lista de la tercera sección electoral.
A propósito: festeja Gerardo Werthein, el canciller, que hace rato quería sacarse de encima al secretario de Civilización y Culto y aún no lo había hecho solo por el respaldo del Presidente.
“El que siente que desde acá hay una división es un inseguro, y está equivocado”, resumió Pareja, según reconstruyó este medio, en una declaración que todos, unívocamente, interpretaron como un mensaje hacia el sector de Caputo.
Fernet e interna. La ausencia del consultor en el festival “antizurdo” de la “Derecha Fest” fue una de las notas que concentraron la atención de ese evento que convocó a la militancia libertaria en el Hotel Quórum de los suburbios de la capital cordobesa porque ni siquiera fue mencionado por el presidente en su discurso de cierre. Y fue uno de los temas de conversación excluyente de la velada que, un rato más tarde, se extendió hasta casi las 4 de la mañana, con whisky de las mejores etiquetas de la colección del anfitrión que terminaron por regar el encuentro.
Emilio Viramonte Olmos, ex secretario administrativo del Senado, el dueño de la espectacular casona en Villa Allende, en las afueras de la capital cordobesa, con vista a las sierras, recibió el martes por la noche, después de la fiesta de la ultraderecha, a un buen grupo de dirigentes libertarios encabezados por Agustín Laje, el biógrafo Nicolás Márquez, los diputados Santiago Santurio, Guillermo Montenegro y Celeste Ponce -entre otros que viajaron especialmente de Buenos Aires- y el legislador local Gregorio Maqueda, al que desde la cúpula de La Libertad Avanza se impulsa como futuro afiliado del espacio más allá de la resistencia de Gabriel Bornoroni, el jefe del bloque en Diputados que llegó acompañado al Hotel Quórum, donde se desarrolló el evento, de su socio provincial y flanqueó a la hermana Milei, que le delegó en esa provincia la lapicera.
La interna entre los vértices del triángulo de hierro acaparó buena parte de la atención de los asistentes que, en general, están algo desconcertados con una disputa cuyas consecuencias todavía son impredecibles. “Cada día peor”, sintetizaron en la semana desde el entorno de los Menem en alusión a los cruces en redes que siguieron incluso después del posteo de la secretaria General de la Presidencia.
Pero no fue el único tema de conversación en la velada de Villa Allende porque la acusación de Milei en su discurso de cierre contra Victoria Villarruel, a la que llamó “burra traidora”, y la reciente ruptura entre el dueño de casa y la vicepresidenta, que nunca le delegó tareas como administrador de la Cámara alta, y obligó al abogado a renunciar al cargo para el que había sido votado por el pleno del recinto en solo un puñado de semanas, hicieron que la figura de la vice fuera el otro tópico del menú de esa noche. Se apuntó especialmente contra “Pato” Russo, el consultor que colaboró con los inicios de Milei en los albores de su campaña y que terminó en pésimas relaciones hasta ser reclutado en el último tiempo por Villarruel, que lo tiene como asesor principal en el Senado. Márquez, que lo conoce bien, desplegó una batería de críticas hacia Russo, al que sindican como el más significativo de los colaboradores de la vicepresidenta en su estrategia de confrontación recíproca, y defensiva, contra los misiles del Ejecutivo. Ayer, Villarruel no participó del acto inaugural de la muestra del agro en Palermo. Y Milei terminó por blanquear que la relación con ella está definitivamente rota, al borde del estallido.
Milei no fue de la partida: el presidente cerró la fiesta en el hotel Quórum y se embarcó al rato de nuevo para Buenos Aires. Tampoco participó Sebastián Amerio, que viajó especialmente invitado por el mandatario, que lo tiene cada vez más en estima y que se ganó su confianza, en un área que los hermanos presidenciales desconocen por completo. “Hay una simbiosis natural”, explicó una fuente que conoce ese vínculo. De hecho, Amerio es quien conduce en los hechos un ministerio liderado en los papeles por Mariano Cúneo Libarona, cuyo futuro aún es una incógnita en un rubro que Mauricio Macri siempre miró con particular deseo por su afición al Poder Judicial.
En estos días recobró vigencia, por caso, la disputa en el Mercado Central por la decisión de su presidente, César Fabián Miguelez, aferrado al sillón desde fines de marzo, cuando venció su mandato y, según trasciende, se negó a dejar. Miguelez había sido designado por Macri en 2016, apuntalado por él mismo y por un sector de la mesa judicial creada en esos años en Casa Rosada, y renunció dos años después, salpicado por una denuncia. Milei lo designó apenas asumió, y la interna volvió a recrudecer en estos días.
PBA al rojo vivo. La interna que aún no cede es la del peronismo en la provincia de Buenos Aires, y se empiezan a vislumbrar ya algunos coletazos en la capital, de cara al cierre de listas del mes próximo -el 17 de agosto se inscriben postulantes y diez días antes las alianzas- que tendrá, si no hay imprevistos, a Mariano Recalde al frente de la boleta de senadores. Es incierta la cabeza de lista de la tira de diputados, en la inauguración de la boleta única de papel, porque la expresidenta conoce bien, desde su departamento de San José 1111, que, por ejemplo, Ofelia Fernández no quiere saber nada con la unidad forzada con ese sector. Lo expresó públicamente en las últimas horas, y lo mismo sucede con Juan Grabois, al que la ex mandataria pensó para impulsarlo como primer candidato en territorio bonaerense, como ya se reveló aquí en su momento.
La danza de nombres por las listas nacionales ya es un tema recurrente en las discusiones previas en despachos del PJ y el kirchnerismo. En la provincia de Buenos Aires giran figuras como Guillermo Moreno, Felipe Solá y María Teresa García, muy cercana a CFK, y se espera por la decisión que se tome en torno a Sergio Massa, que solo estaría dispuesto a encabezar con un peronismo unido y los intendentes en cancha.
Los jefes comunales están en estado de asamblea permanente. En el grupo de WhatsApp del Movimiento Derecho al Futuro (MDF) de Kicillof, los ánimos son oscilantes. En los primeros días, tras el traumático cierre de listas seccionales, se enviaron los primeros lineamientos de la campaña y de los más de cuarenta intendentes solo respondió media docena. Hay sentimientos encontrados, y una sensación de fragilidad para el día después del 7S.
Por eso se siguió con mucha atención el encuentro de este viernes en Quilmes, con Mayra Mendoza como anfitriona, y candidata, y el gobernador como principal protagonista, un acto que fue el primero tras una serie de desencuentros previos en distritos como Berazategui o Almirante Brown a los que La Cámpora casi que no fue anoticiada. Es más: a la recorrida por La Matanza de ese mediodía previo a Quilmes, Mendoza recién recibió la invitación una hora antes. “Por supuesto que no fue”, aseguraron. La cumbre en Quilmes llevó algo de sosiego, al menos de manera momentánea: hubo fotos y sonrisas. Algo es algo. En este contexto de extrema tensión, no es poco. Porque, además, el vínculo entre la gobernación y Máximo Kirchner, se sabe, pendía de un hilo que ya se cortó hace tiempo.
Algo parecido se trasluce entre LLA y el PRO en la ciudad de Buenos Aires: la relación con los Macri en ese distrito, a diferencia de lo que sucedió en Provincia, está electoralmente rota. Patricia Bullrich se encamina a encabezar la boleta libertaria del Senado en octubre. Surgió además, para integrar las listas, el nombre de Alejandro Fargosi, cada vez más activo en las redes sociales. ¿Puede ser también una altísima funcionaria?
En la última semana surgieron versiones de un encuentro a solas entre la ministra y el expresidente que desde alguna usina se intentó instalar por algún motivo particular. “Bullshit”, respondieron cerca de Bullrich. Sí dijeron, cerca de ella, que en las últimas semanas morigeró algo sus críticas al expresidente. En el entorno de Macri fueron algo más delicados.