Keith Richards construyó su propio legado como uno de los guitarristas más influyentes de la historia del rock, pero también como un músico que no se guarda opiniones. Fiel al espíritu irreverente que definió a los Rolling Stones por décadas, Keef nunca dudó en marcar distancia con ciertas modas musicales ni con decisiones que no compartía dentro de su propia banda. Incluso, llegó a confesar que hay discos que ni siquiera quiso escuchar.
En más de una entrevista, Richards dejó claro que no todo lo que lleva el sello de los Stones lo representa. Particularmente crítico con el rumbo que tomó el grupo en la década de 1980, el guitarrista confesó que álbumes como Dirty Work no figuran entre sus favoritos, calificándolos como ejemplos de una estética “demasiado brillante” y alejados del espíritu crudo del rock and roll que siempre defendió.

Los discos que Richards no quiso escuchar
Sin embargo, su rechazo más contundente fue hacia los discos solistas de Mick Jagger, su eterno socio y ocasional antagonista creativo. Richards no solo desestimó su interés por la música que Jagger grababa por fuera de los Stones, sino que fue claro: “Nunca los escuché y lo dejo ahí”, sentenció en una entrevista con GQ, dejando claro que no sentía curiosidad alguna por aquellas producciones.
Para Richards, esos proyectos individuales respondían más al ego de Jagger que a una necesidad artística genuina. “Yo hice mis discos porque él no estaba trabajando con nosotros. Pero él… ¿qué tenía para decir? No se trataba de arte, sino de querer ser famoso por su cuenta”, agregó como indirecta a los intentos de su compañero por seguir tendencias como el pop bailable o el estilo visual de los 80.
La tensión entre Richards y Jagger es un clásico dentro de la narrativa stoniana. Pero más allá de las disputas personales, lo que queda claro es que el guitarrista se mantuvo siempre fiel a una visión de la música que no transa con las modas ni con el oportunismo. Y aunque eso le haya costado ciertos roces, para muchos fanáticos de los Stones es justamente esa autenticidad lo que lo convierte en una figura irremplazable del rock.
El disco que Keith Richards desprecia
La competencia entre The Beatles y The Rolling Stones forma parte de la historia del rock, aunque también está rodeada de muchos mitos. A pesar de que los artistas tuvieron una relación amistosa, manifestaron una especie de rivalidad a través de su música.
En este contexto, y en una charla con Esquire, Keith Richards expresó su desprecio por Sgt. Peppers Lonely Hearts Club Band, el álbum de 1967 que marcó un antes y un después para el rock a nivel global, y al que The Rolling Stones contrapuso su disco Their Satanic Majesties Request ese mismo año.
Hablando sobre el disco que contiene canciones como “Lucy in the Sky With Diamonds” y “A Day in the Life”, el guitarrista expresó: “The Beatles sonaban increíble cuando eran The Beatles. Pero no hay muchas raíces en esa música. Creo que se dejaron llevar. ¿Por qué no? Si hubieras sido The Beatles en los 60, te dejarías llevar, olvidarías lo que se quiere que hagas“, dijo sobre la transformación sonora y conceptual que experimentó la banda a partir de este álbum.
“Algunas personas piensan que Sgt. Pepper es un álbum genial, pero yo creo que es una basura, como Satanic Majesties… ‘Ah, si tu puedes hacer un montón de mierda, nosotros también…”, agregó Richards sobre el desafío que se le presentó a su banda frente al éxito de Sgt. Pepper.
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