Círculo rojo: preocupaciones políticas del equipo económico, movimientos internos y reuniones del peronismo

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Javier Milei junto a su hermana Karina y el ministro Luis Caputo

Desayuno de catarsis el miércoles por la mañana, 72 horas después del contundente triunfo del peronismo en la provincia de Buenos Aires que dejó al gobierno grogui y en estado de alerta permanente, en la sede de la Fundación Libertad, el think tank liberal que lidera la familia Bongiovanni. Una docena de asistentes, casi todos empresarios rabiosos con la derrota bonaerense de La Libertad Avanza y preocupados por el futuro, se dieron cita para escuchar al invitado estrella, José Luis Daza, el secretario de Política Económica de Luis Caputo, “Toto”, que durante un buen rato respondió inquietudes, despejó rumores y ratificó lo que el ministro, y el propio Javier Milei, habían confirmado la mismísima noche del golpazo electoral: que el rumbo del programa fiscal no se toca.

“El programa estaba diseñado para shocks dramáticos”, aseguró el funcionario, un entusiasta de la gestión libertaria, en referencia al resultado del pasado domingo, con una diferencia de 14 puntos con el peronismo. Frente a la creciente preocupación de los asistentes, Daza intentó ahuyentar fantasmas: “Hay mucha gente comprometida con esto”. Casi un calco de su jefe, “Toto”, que en conversaciones privadas que mantuvo en los últimos días, posteriores a la derrota, revalidó el rumbo de su programa fiscal pero deslizó, para sorpresa de sus interlocutores, airadas críticas a la praxis política de la Casa Rosada. “Por eso sí lo noté preocupado”, confió un dirigente que mantuvo una extensa charla con él.

Es, evidentemente, un denominador común en el equipo económico porque Daza así se manifestó durante el desayuno privado, en el que abundaron reproches muy notorios a la estrategia política del gobierno, cuyas deficiencias quedaron al desnudo en la derrota bonaerense. El funcionario invitado asintió a cada uno de los reproches de los empresarios presentes, que criticaron el armado y la estrategia provincial. Por ejemplo, respecto a la fiscalización, muy deficiente, según algunos de los presentes. Es más: en las horas posteriores a la elección, en el equipo de campaña bonaerense se ratificó, según trascendió, que no hace falta acudir a la “fiscalización voluntaria”. “¿Cómo puede ser que no hayamos tenido un jefe de fiscales en la Provincia?”, se preguntó un viejo dirigente del PRO que colaboró en esa tarea en las elecciones del 2023.

Daza no lo dijo de manera tajante, pero algunos de los asistentes remarcaron que el viceministro deslizó de manera elegante que había sido el presidente, y no el ministro de Economía, el autor intelectual del desarme de las LEFIs de principios de julio que desencadenaron el fastidio de los bancos y una volatilidad creciente en los mercados. Por esa decisión se instaló una versión muy insistente de algunos chispazos entre la Casa Rosada y el Palacio de Hacienda que Milei y Caputo se ocuparon de desterrar, para no tirar más nafta al fuego.

Luis Pierrini, secretario de Transporte

Disputa eterna. La sucesión de reuniones de la semana, con nuevas mesas, nuevas dinámicas y los mismos protagonistas, confirmó también que las internas en el seno del Gobierno siguen tan vigentes como siempre: no hay mueblería -por la proliferación de mesas, una vieja metáfora de la dirigencia del PRO- que pueda disipar la tensión interna.

Esas eternas disputas quedaron en evidencia en estos días posteriores a la derrota en la cúpula de la gestión libertaria, y se diseminaron por todas las áreas. En Transporte, por ejemplo, que exhibió esta semana una insólita muestra del desorden y la precariedad de la administración de Milei. El miércoles, el mismo día en que se publicó en el Boletín Oficial la designación, retroactiva a principio de mes, de Nicolás Abelardo Dapena Fernández como director ejecutivo de la Agencia Nacional de Seguridad Vial, se confirmó que el funcionario se alejaría de la gestión. En su perfil de Linkedin, el hombre escribió: “Lamentablemente, debido a problemas de incompatibilidad relacionados con la consultoría externa, actualmente no puedo asumir el cargo de Director/a Ejecutivo/a de la ANSV, gracias por todos sus buenos deseos”. No hubo explicaciones oficiales, y el alejamiento aún es un misterio en despachos del Ejecutivo, pero trascendió que influyeron gestiones de último minuto de Patricia Bullrich y discusiones con parte del equipo económico. Trascendió que la salida tenía que ver con el pasado reciente del ex funcionario, pero puertas adentro aseguran que hay cuestiones mucho más profundas que no tendrían necesariamente que ver con él.

En simultáneo, incluso se empezó a propagar una versión que da cuenta de que no estaría demasiado claro el futuro del ingeniero Marcelo Jorge Campoy, que se oficializó en el Boletín Oficial el mismo día que Dapena Fernández como flamante administrador general de la Dirección de Vialidad. Campoy ocupó ese cargo a fines de los ‘90, durante el último tramo de la gestión de Carlos Menem, y llegó ahora a ese lugar, en teoría, de la mano de Eduardo Menem, “Lule”, cuestionado internamente por Las Fuerzas del Cielo y otros sectores, muy respaldado por Karina Milei, y salpicado por el escándalo de las coimas en discapacidad que ventiló Diego Spagnuolo.

A propósito, el ex titular de la ANDIS está encerrado en su casa de la zona norte del Gran Buenos Aires, un barrio cerrado en el que ni siquiera acude ahora al gimnasio. El ex funcionario tampoco fue a votar, está paranoico, sus abogados analizan los pasos a seguir. La declaración testimonial de este jueves por la noche del consultor Fernando Cerimedo, que ratificó bajo juramento que Spagnuolo le había contado de ese entramado que, según el relato judicial, tenía su terminal en la secretaria General de la Presidencia. El viernes hubo allanamientos, y renunciaron los abogados del ex titular de la ANDIS. El martes se levanta el secreto de sumario. En un sector de la Casa Rosada festejaban este viernes la declaración de Cerimedo frente al fiscal Franco Picardi. En paralelo, la familia Kovalivker, de la droguería Suizo Argentina, contrató una consultora de prensa para amortiguar las consecuencias mediáticas y judiciales.

Diego Spagnuolo

De vuelta en Transporte, los recientes movimientos evidencian una gestión cuanto menos desordenada del secretario del área, Luis Pierrini, un empresario mendocino que se hizo cargo de ese sillón, impulsado por “Toto” y Juan Pazo, con el consentimiento de Santiago Caputo, cuando se despidió a Franco Mogetta, en teoría con la excusa de que se iría a hacer política a la provincia de Córdoba: el ex secretario quedó afuera de las listas. Nunca se ventilaron los motivos reales de la salida de Mogetta, aunque desde el vamos se ligó esa renuncia a cuestiones mucho más opacas en el área.

Peronismo en movimiento. Todas esas internas en el seno de LLA, sumadas al golpazo electoral del domingo pasado que no hizo más que exacerbar las peleas, son seguidos con especial atención desde el peronismo, que recobró energías. “Esto es como cuando se te cae una gota de sangre en el agua: los tiburones estamos ahí, al acecho”, reflejó un dirigente del PJ.

En el sistema político, también en el peronismo, hay incertidumbre. No solo por el futuro de ese espacio, que se revitalizó por el triunfo del 7S, si no por los próximos pasos del Gobierno. En especial, por las hipótesis, algunas disparatadas, que se instalaron en el círculo rojo sobre el horizonte de Milei, que tiene que plebiscitar ahora su gestión en las elecciones del 26 de octubre, que se transformaron en una instancia crucial para su administración. Fue motivo de debate en la previa del 7S, en un asado del que participó como invitado central Sergio Massa en Bolívar, el sábado 6, con todos los intendentes de la séptima sección y el anfitrión en el que el jefe del Frente Renovador se mostró contrariado por algunos movimientos de la oposición en el Parlamento que, según se habló en esa comida, previa incluso a la durísima derrota, estaban destinados a golpear de manera letal al Ejecutivo. “Prefiero loco conocido”, fue la frase que se le atribuyó al ex ministro de Economía. “No vamos a apurar ni ahora ni después de octubre al Gobierno”, se oyó también en ese asado a uno de los comensales. El ex candidato a presidente presagiaba una diferencia mayor a 5 con el gobierno al otro día. “No estamos en esa”, completaron. Se hizo alusión, en ese contexto, a la figura de Victoria Villarruel, y a algunas actividades subterráneas de Mauricio Macri, al que le adjudican una creciente preocupación por el rumbo del gobierno.

Sergio Massa (Jaime Olivos)

Cristina Kirchner ya había advertido deficiencias en el programa económico de Milei desde el año pasado, cuando inauguró sus posteos de redes con un nuevo estilo, más directo, bajo el slogan “Che Milei” que lanzó con la asesoría de los consultores brasileros que le recomendó Lula da Silva al Frente de Todos en la campaña del 2023 y que siguieron trabajando de manera externa para el expresidenta hasta estos días.

CFK estuvo muy atenta a la elección bonaerense desde su departamento de San José 1111, el lugar elegido para su condena, en el corazón de la ciudad de Buenos Aires, más allá de las sugerencias de algunos dirigentes que le aconsejaron elegir otra locación con mayor espacio y una zona verde: en la oferta, se le acercaron propuestas desde La Plata, Mercedes y la zona norte del conurbano. A todas les dijo que no.

Cristina Kirchner y Axel Kicillof

En La Plata, Axel Kicillof tenía todo preparado para festejar el domingo un triunfo del peronismo. Se había preparado un escenario, como se adelantó en esta sección, para una puesta en escena con intendentes, dirigentes nacionales, legisladores y el gabinete provincial, tal como finalmente sucedió bien entrada la noche. Pero había dudas en torno a qué haría la ex presidenta.

A la tardecita, cuando ya se sabía que la diferencia con el Gobierno era mucho más holgada de lo que se esperaba -se creía que sería inferior a los 10 puntos-, la ex mandataria decidió que mandaría un audio para los festejos platenses. Hubo ratos de zozobra: se discutió, entre los organizadores, en qué momento transmitirlo. Antes del himno nacional, con el gobernador bonaerense sobre el escenario, sin él en el centro de la escena, hacia el final… Se resolvió, finalmente, pasarlo al comienzo, antes del himno, con Kicillof y la dirigencia del peronismo ya sobre el escenario montado frente al Teatro Argentino. Cuando la locutora lo presentó, la militancia presente en el lugar lo recibió con cierto desdén. Durante la transmisión del audio, hubo bastante indiferencia. Después, se cantó por la conducción del gobernador. También “Axel presidente”. Una postal impensada tiempo atrás.

Cristina Kirchner y Juan Manuel Abal Medina, años atrás

Algo similar a lo que ocurrió a mediados de semana, cuando CFK recibió en San José 1111 a Juan Manuel Urtubey, el ex gobernador de Salta y candidato a senador del peronismo en esa provincia, que no hablaba con ella desde hacía unos 10 años. Pero no fue el único reencuentro de CFK de esta semana porque en esas horas la ex presidenta recibió además a otro Juan Manuel, Abal Medina, con quien casualmente no se veía desde hacía unos 10 años y que también pasó por el departamento de San Cristóbal. Conversaron a solas durante un largo rato. “Fue la semana del reencuentro con los Juan Manueles”, bromeó un dirigente del peronismo.

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