Milei tendría hasta el 30 de julio para vetar las leyes jubilatorias

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Gustavo Gavotti

El Gobierno nacional iniciará esta semana un proceso de negociación con los gobernadores, por lo menos con los dialoguistas, para intentar encontrar un paraguas que lo proteja frente a una nueva mayoría en el Congreso de la Nación.

La semana pasada el Senado de la Nación aprobó el jueves pasado los proyectos de ley de incremento de las jubilaciones, del bono, la vuelta de la moratoria previsional y la emergencia en discapacidad.

Ahora es la Cámara la que tiene que girar las leyes al Ejecutivo para que sean promulgadas y reglamentadas o, en su defecto, para que el presidente de la Nación, Javier Milei, avance con el veto como anunció la semana pasada.

Según confiaron fuentes parlamentarias, las leyes se girarán a mediados de esta semana, momento en el cual comenzará a correr el plazo para que Milei firme el veto presidencial.

Según establece la norma, el Presidente cuenta con 10 días hábiles para poder rechazar las cuatro leyes que se aprobaron la semana pasada por unanimidad o por los dos tercios de la Cámara de Senadores.

En esta ecuación, y suponiendo que el próximo miércoles llegarán a la Casa Rosada, el Ejecutivo tendrá tiempo hasta el 30 de julio para publicar en el Boletín Oficial el veto de las cuatro leyes que aprobaron ambas cámaras del Congreso de la Nación.

El retraso del Senado en enviar el proyecto tiene una razón técnica y otra política. La primera es que se tiene que chequear que el texto sea exactamente el que se votó en el recinto. Como todas las leyes fueron aprobadas sin modificaciones, esto no debería retrasarse.

La razón parece estar más centrada en la política porque enviándolos el miércoles al Ejecutivo el plazo para vetarlos concuerda con el receso de invierno del Congreso y habilita la posibilidad de entablar conversaciones con los gobernadores y con los bloques dialoguistas para recomponer el “bloque veto” en diputados.

Respecto a este último punto, el oficialismo cuenta con una ventaja y una desventaja. La ventaja es que cerró un acuerdo con el PRO para las elecciones bonaerenses y sería poco probable que los legisladores del bloque amarillo voten en contra de los intereses libertarios en la previa a las elecciones.

En este caso sumarían, con todos los diputados del PRO y de LLA, 74 votos y necesita 87. Podría sumar algunos votos de otros bloques que hasta ahora acompañaron pero en el “poroteo” que hoy manejan los libertarios en la cámara Baja los deja en 80 votos para contener el rechazo.

El alza jubilatoria obtuvo 142 votos afirmativos, 67 en contra y 19 abstenciones en Diputados. Para lograr una nueva aprobación, la oposición necesita juntar -si están todos los legisladores presentes- treinta votos más y alcanzar los 172 votos para insistir con la ley.

En la oposición también están en conversaciones y apuestan a las elecciones y al cambio de clima. “Hay muchos que hasta ahora estaban tranquilos y en silencio que ya no esconden el malestar con el Gobierno y eso nos puede ayudar”, explicó un diputado con vasta experiencia parlamentaria.

En los bloques que impulsaron las leyes tienen más confianza en sostener el incremento de 7,2% de las jubilaciones, el alza del bono de $70.000 a $110.000 y la emergencia en discapacidad. En cambio, creen que es más complejo conseguir 172 votos para la insistencia de la vuelta a la moratoria jubilatoria. “Esto se aprobó más por malestar con el oficialismo que por un convencimiento, tanto es así que fue bastante sorpresivo que se avanzara con esta ley”, agregó.

El oficialismo deberá extremar al máximo su capacidad de negociación si busca comenzar el segundo semestre parlamentario sin derrotas. Por ahora el resultado está abierto.

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